JUSTO A TIEMPO

Introducción.

Dios nunca llega ni antes ni después a nuestras vidas para prestarnos su socorro. El llega siempre puntual, justo a tiempo. Si nuestra vida antes de que el viniera y tomara el control de ella fue una vida llena de pérdidas y fracasos, dolores y angustias; Podemos tener la seguridad de que El tiene el poder de restituir lo que el mundo o el maligno nos ha quitado.

El designio de Dios para cada uno de nosotros se llevará a cabo en Cristo Jesús de acuerdo a su soberana voluntad. Salmo 138:8

A los Gálatas se les hizo esta poderosa revelación que hoy nos sirve de consuelo y esperanza. Conozcamos Tres gloriosas declaraciones de esta revelación divina:

I. DIOS ES DISPENSACIONALISTA

   A. Una dispensación es un programa de gobierno que Dios ejecuta en un tiempo definido.
       Efes. 1: 8-10
  B. La dispensación o programa de la Ley termina con Cristo pero a la vez El inicia la
       dispensación o programa de la Gracia. Juan 1:17
  C. Las dispensaciones se manejan de acuerdo al calendario de Dios y no el nuestro.
       Hechos 1:7
       1. Dios se mueve en un Kayrós
       2. Nosotros nos movemos en un Kronos

II. CRISTO ES EL GERENTE DEL PROGRAMA DE DIOS

    A.     El Señor Jesús es el auténtico Apóstol y economista divino. Heb.3:1
    B.     El Señor Jesús como Apóstol de Dios fue enviado para proclamar las Buenas nuevas
           de Dios. Juan 3:34
    C.     El Señor Jesús nació como hombre pero fue enviado del Padre. Jn.20:21

III. CRISTO ES EL REDENTOR

    A. La redención de Cristo cumplió la promesa hecha por Dios a Adán y Eva en el huerto del
        Edén. Gen.3:15
  B. La redención de Cristo trajo liberación de la esclavitud y maldición de la ley ceremonial
       mosaica
  C. La redención de Cristo trae también como beneficio la adopción a la familia de Dios.
       Efes. 1:5

Conclusión.

No cambiemos nuestra condición de hijos a esclavos.

No volvamos a la condición de religiosos que antiguamente teníamos y vivamos por la fe y disfrutando de la Gracia y la libertad que nos trajo Cristo Jesús.

Aprendamos a movernos en el tiempo de Dios y no el nuestro.

Hagamos de Cristo el centro de nuestra agenda y vida.

Cuando nuestros planes y proyectos están de acuerdo a sus planes y proyectos, el éxito nos alcanzará.

Cuando Cristo es el gerente y dispensador de nuestras esperanzas podremos descansar confiadamente de que nuestro futuro será glorioso.

Vivamos con la mentalidad de un redimido, un hijo del Rey y no con la actitud y mente de un esclavo.