Marcos 10:46-52
INTRODUCCIÓN.
Era triste la condición de este ciego. Además de su desgracia física, era pobre. Probablemente no tenía familiares que lo atendieran y por eso mendigaba.
Pero existe una realidad aun más triste en esta vida y es la condición de ceguera espiritual en que vive el mundo.
La ceguera espiritual de un ser humano lo hace ver ante Dios como un mendigo.
Bartimeo era un hombre ciego de Jericó, sin ninguna posesión económica, sin un lugar propio en la sociedad y viviendo de la caridad de la gente. Pero un día halló en Jesús la salida a su desgraciada condición.
De igual modo Jesús sigue siendo hoy la solución a la desgracia humana.
Pero veamos cuales fueron los pasos que este hombre dio para cambiar su vida miserable:
que debes escuchar para
2. El mundo oye la voz del político
3. El mundo oye la voz del parasicólogo
4. El mundo oye la voz del religioso
5. El mundo oye la voz del ateo
6. El mundo oye la voz del filósofo
7. El mundo oye la voz del artista
8. El mundo oye la voz del deportista
B. Quien oye las palabras de Cristo haya la vida, quien no las
oye haya la muerte
una gran multitud
B. Él reconoció a Jesús como Rey;....”le llamó Hijo de David..."
C. El se aferró a
misericordia de mí..."
D. Él venció el obstáculo que la multitud le levantó: ..."le
reprendían..."
Aplicación.
perdido todo? ¿Te faltan fuerzas para vivir? Clama con todas
tus fuerzas a Jesucristo. ! Él oyó a Bartimeo, a ti también te escuchará hoy!!!
B. Bartimeo se despojó de su capa
2. La capa puede ser símbolo de odios
3. La capa puede ser símbolo de orgullo
4. La capa puede ser símbolo de temor
5. La capa puede ser símbolo de indiferencia
D. Bartimeo fue sano de su ceguera
2. La fe de Bartimeo le hizo reconocer a Jesús como Maestro
(Raboni)
Cristo puede darte lo que el mundo no te ha dado. Si estas escuchando hoy la voz de Dios, no endurezcas tu corazón, sea como Bartimeo y salga de las tinieblas espirituales a la luz de Cristo.
Ni las posesiones, ni el dinero, ni el prestigio social, ni el mundo, pueden llenar el vacío espiritual del alma humana. Son muchos los que anteponen sus riquezas, su orgullo, sus prejuicios al llamado de Dios; pero